674 74 04 24

info@visitaubedaybaeza.com

Jaén, capital del paraíso interior

Otras ciudades que visitar

gestor

gestor

30 de noviembre de 2012

Junto con Úbeda y Baeza, Jaén es el mayor atractivo turístico de la provincia. Paraíso interior de Andalucía. Hay mucho que ver y mucho que visitar.

La presencia humana en la ciudad está constatada al final del Neolítico. Durante la etapa protohistórica destaca la presencia del pueblo íbero sobre el cerro en el que hoy día se sitúa la Plaza de Armas de Puente Tablas. Del mismo modo, en las laderas de Santa Catalina, en las proximidades del castillo de Santa Catalina, también se disponían diversos poblamientos dispersos.  Alrededor del año 207 a. C. la ciudad es tomada por  Escipión el Africano y arrebatada a los cartagineses. Desde el momento de su conquista los romanos la consideraron una «ciudad estipendiaria», es decir, bajo vigilancia militar y tributo debido a su apoyo a Cartago. Se comienza a exportar trigo y gran cantidad de vino y aceite; éste es, además, insuperable, no sólo en cuanto a su cantidad, sino también por su calidad.

Tras la conquista de la península por los árabes la ciudad recobró su importancia, convirtiéndose en la capital de la taifa de Jaén. Se le concedió un walí y se levantaron mezquitas, fortificaciones y palacios. Durante la etapa musulmana, Jaén disponía de excelentes tierras regadas por abundantes aguas que fluían desde ríos y fuentes, lo que ayudó a que existieran bosques frondosos y mejorar los cultivos entre ellos es del olivo.

La ciudad de Jaén fue reconquistada por Fernando III el Santo, rey de Castilla y León, en 1246. Debido a su recobrada importancia estratégica, la ciudad retomó el papel de cabeza del nuevo reino castellano, y hasta la conquista de Granada jugó un papel muy importante en la lucha contra los musulmanes del sur.

Tras este periodo, cayó en un declive del que intentó recuperarse en el siglo XVII, aunque la crisis, aumentada por la política de los Austrias, provocó que la recuperación no llegase hasta el siglo XX. En el siglo XIX, con la guerra de Independencia la ciudad fue tomada y saqueada por los franceses, que construyeron una guarnición en el castillo. En el siglo XX destacan las obras emprendidas bajo la alcaldía de José del Prado y Palacio y las luchas agrarias que sucedieron hasta el fin de la guerra civil

Los monumentos más destacados de la ciudad de Jaén son la catedral y el castillo de Santa Catalina, pero existen muchos otros que merece la pena contemplar.

El Castillo de Santa Catalina  se eleva sobre el cerro con el mismo nombre. Fortaleza de factura árabe fue erigida por el rey nazarita Alhamar, de la edificación original quedan la torre del homenaje, el patio de armas y torres unidas a las murallas. Reconstruido por Fernando III, que lo tomó el día de Santa Catalina en 1246, en cuyo honor se levantó una capilla en el hueco de una de sus torres defensivas. De este castillo, conectado mediante un pasadizo con la ciudad de Jaén, cabe destacar el Mirador de la Cruz, desde donde se divisan unas fantásticas vistas. Actualmente es un Parador de Turismo. Portada de la Catedral de Jaén

La catedral es un  edificio renacentista construido entre los siglos XVI y XVII, ha sido declarado Monumento Histórico Artístico. Es la gran baza para convertirse en Patrimonio Mundial por la Unesco en próximas ediciones. Es uno de los mejores exponentes del renacimiento en España. La portada está formada por unas enormes columnas con capiteles corintios que llegan hasta el segundo cuerpo de la fachada que tiene una balaustrada de piedra rematada por una serie de estatuas. Una vez dentro aumenta la belleza si cabe del edificio. Fastuosa, atención a las bóvedas de las naves y a la cúpula del crucero. La nave principal tiene en su centro el coro que cuenta con una hermosa sillería labrada en madera. El templo guarda también el lienzo de la Santa Faz que, según la tradición, es el que utilizó la Verónica para enjugar el rostro de Cristo. Importante no marcharse sin visitar el museo catedralicio que está ubicado en la sacristía y está compuesto en su mayor parte por piezas de orfebrería.

Otra parada obligatoria en tu visita a Jaén es el  único resto de la que fuera la Iglesia de San Lorenzo. El Arco de San Lorenzo. En la parte inferior se encuentra la capilla, con decoración de arabescos mudéjares en los muros y en el altar. La tradición dice que aquí se enterró Fernando IV el Emplazado, aunque lo único cierto es que aquí se veló su cadáver, fallecido en Jaén el 7 de Septiembre de 1312.  Se trata de una de las 8 puertas con las que contaba la antigua ciudad amurallada, que descendían desde el castillo de Santa Catalina.

Dentro del apartado de Iglesias tenemos mucho que ver. La Iglesia de San Juan  en el interior destaca esculturas policromadas como Nuestra Señora del Socorro del siglo XVI. Unida a la iglesia se encuentra Torre del Concejo, donde se encuentra el reloj oficial de la ciudad.  Otra iglesia importante es la Iglesia de San Bartolomé del siglo XVIII. En el interior destaca un bellísimo artesonado mudéjar. El gran retablo mayor es obra de Sebastián Solís y de finales del siglo XVI. Pila bautismal de estilo gótico en cerámica vidriada. La iglesia de San Andrés (de estilo mudéjar con reminiscencias judías, parece tener su origen en una sinagoga), ofrece una bella fachada abierta a la calle de San Andrés. Consta de tres naves separadas por arcos de herradura apuntada. La pieza de mayor interés es la capilla de la Inmaculada o capilla de la Purísima, con bello retablo barroco que enmarca el camarín de la Virgen. Por último la Iglesia de San Ildefonso y muy importante también . La portada de la fachada principal es de estilo neoclásico y está enmarcada por dos torres de diferente tamaño. El interior de la iglesia, de estilo gótico, está formado por tres naves separadas por pilares. Destaca el altar mayor, la capilla de la Virgen y los retablos de la nave del Descenso.

Una parada más. El monasterio de Santa Clara fundado por Fernando III tras la conquista de la ciudad. Destaca en la iglesia los coros alto y bajo cubiertos de artesonado y la imagen del Cristo del Bambú del siglo XVI. Tiene un hermoso claustro. En la actualidad lo ocupa una comunidad de clausura de las Religiosas Franciscanas.

Para finalizar dejamos los baños árabes de los siglos X y XII, fue ocultada bajo el palacio del conde de Villardompardo en el siglo XVI, y redescubierta en 1913. Recientemente han sido restaurados, es una de las más notables edificaciones de este tipo en España. Se conservan las tres salas.

Comentarios recientes

No hay comentarios que mostrar.