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Ruta de la Muralla de Úbeda

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21 de junio de 2017

En este primer artículo sobre la muralla de Úbeda, adentrándonos en los orígenes de la misma. Vamos a tratar de manera sucinta las principales puertas de la misma y en una segunda parte sus torreones y alguna leyenda entorno a nuestra cerca.

Debido a la importancia estratégico-defensiva que adquirió la ciudad, se vieron obligados a cercarla, seguramente desde tiempos inmemoriales aunque la muralla que hoy se conserva, se debe, principalmente al siglo X.

Sus muros estaban hermosamente almenados y desde ellos, los heraldos y vigías proclamaban a toque de timbales y clarines los acontecimientos más notables. Cada puerta y torre estaba amparada por un caballero y su linaje.

Se conformaba en dos espacios amurallados; en el primer recinto amurallado estarían Cerro del Alcázar y la Aljama, y en el segundo momento se fortificarían los arrabales surgidos en torno a este primer núcleo. Aún podemos disfrutar de gran parte de ese segundo anillo defensivo, razón por la que se hace este recorrido, a lo sumaremos algunas de sus antiguas puertas y torres.

En total contaba con 9 puertas —13 si sumamos las del Alcázar—. De las que ha día de hoy se conservan, tres principales y alguna secundaria:

La Puerta del Losal o de Valencia, del siglo XIV, compuesta por un doble arco de herradura apuntado y un arco exterior de medio punto, sustentado por columnas octogonales. Es un buen ejemplo de las técnicas musulmanas que se continuaron utilizando tras la reconquista, o mudéjar.

La Puerta de Granada, se enmarca en arco de medio punto y sigue la misma línea de muralla. Daba acceso al antiguo Camino Real de Granada. Junto a ella, se hallaba el majestuoso Arco de San Lorenzo, demolido en 1856. También se encuentra un pilar abrevadero desde época inmemorial. Esta puerta tiene aparejada varias historias o tradiciones. Se cuenta que por ella, se dirigió la reina Isabel la Católica a la conquista de Baza. Asimismo, unido a su nombre, se dice que la persona que sea capaz de comerse una granada, frente a la puerta, sólo con la boca sin que caiga un solo grano, hallará un tesoro a sus pies.

La Puerta de Santa Lucía o de Quesada, conserva el arranque de los arcos originales y de la cimentación, aunque esta reconstruida. Daba acceso al barrio árabe y alfarero de San Millán y marca el inicio de la Redonda de Miradores, notable mirador a los campos que rodean la ciudad.

Interpretando varias crónicas, diferentes especialistas sospechan que vino a sustituir la más antigua que tubo Úbeda, la llamada Puerta de Ibiut, que debía ser la más impresionante de nuestro conjunto amurallado, quedaría además aneja a la mítica torre de Ibiut, que sustentaría el origen mítico de la ciudad.

Otras puertas aun en pie pero menos llamativas son, de la Corredera, pegada a unos de los torreones más curiosos de la cerca, y del que hablare en el siguiente post, otra de menor envergadura es el Portillo del Santo Cristo, junto al torreón del mismo nombre, espacio recuperado por el Ayuntamiento de la ciudad y en el que se ha habilitado un Centro de Interpretación de la Muralla. Por suerte y gracias a la demolición de varias casas, ha salido a la luz en la cuesta Carvajal, una parte de la puerta que daba acceso al barrio judío, los restos de la Puerta del Baño.

Visitar Úbeda, como veis no solo es ver la Plaza Juan Vázquez de Molina, sino que depara a todo aquel que hace turismo por Úbeda, mil y un enclave único.

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