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Palacio de Jabalquinto

Qué ver en Baeza

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4 de septiembre de 2013

Mandado edificar durante el siglo XV por Juan Alfonso de Benavides» (primo segundo de Fernando el Católico) como regalo de bodas a doña Beatriz de Valencia Bracamonte. El proyecto arquitectónico se atribuye a Enrique Egas y a Juan Guas, siendo el maestro mayor el jienense Pedro López.

Su fachada nos deja sin habla por la diversidad decorativa que presenta; puntas de diamante, clavos de piña, lazos, pináculos, escudos, mocárabes. En el primer cuerpo, la puerta (centrada y enmarcada por pináculos góticos) está formada por arco conopial recorrido por dos troncos por los que trepan graciosamente catorce figurillas humanas. El segundo cuerpo tiene cuatro ventanas con columnas de mármol blanco, también entre pináculos. Sobre ellas, ocho escudos terciados  e inclinados: cuatro del señor de Jabalquinto (Benavides, Manrique, Mendoza y Rojas) y cuatro de su esposa (Valencia, Bracamonte, Acuña y Mendoza). Toda esta fantasía se halla enmarcada entre dos torres- columnas que se decoran con mocárabes. Un mirador columnado  de tipo renacentista, añadido algo más tarde sobre la fábrica gótica.

En su interior, un patio de doble arcada con columnas de mármol y escudos en las enjutas salvo las de ángulo, que llevan parejas de niños; el antepecho de la galería alta está formado por rectángulos y balaustres alternados. En el intradós de las claves de dos arcos figuran dos fechas: 1599 y 1600. La escalera del palacio es de tipo imperial, con profusa decoración. Cuenta con un acceso con forma de arco de triunfo y su hueco se cubre cúpula. No obstante su aparente unidad, pueden observarse elementos que llegan hasta el primer cuarto del Siglo XVIII.

En este espacio se encontraban, dos importantes obras, que actualmente están custodiadas en la Santa Iglesia Catedral; la lámpara que colgaba de la bóveda y un lienzo de la Sagrada Familia atribuido a Valdés Leal, que también se hallaba en la escalera dentro del marco de yesería. En cuanto a las habitaciones podemos ver policromía y artesonados en la zona más antigua del edificio y que dan a la fachada.

En el Siglo XVII, a petición del Seminario de San Felipe Neri, para llevar a cabo una ampliación del mismo, los condes cedieron el palacio, reservándose el derecho, ellos y sus sucesores, de tener habitación cuando viniesen a Baeza, asiento señalado en la capilla y el respeto de los escudos de armas del edificio. El Estado incauta el inmueble, pero acaba cediéndolo de nuevo al Seminario poco tiempo después. Siendo utilizado desde ese momento como Seminario Menor de la Diócesis de Jaén hasta 1969, y posterior conversión por la diócesis en Colegio Menor durante los setenta. Entre 1987 y 1991 fue sede de la Escuela Taller de Rehabilitación del Patrimonio Histórico-Artístico de Baeza. Con la fundación de la UNIA, en 1994, el palacio es cedido por la diócesis a la nueva institución universitaria; la rehabilitación final del mismo supuso para la UNIA la obtención, en 2005, del Premio Ciudades Patrimonio de la Humanidad otorgado por el Ministerio de Cultura. Aunque el edificio como tal, ya era desde 1931, Monumento Histórico- artístico.

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