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La Casa Cuna y los niños expósitos de Úbeda

Qué ver en Baeza

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26 de noviembre de 2020

Hoy me ocupo de un tema que generalmente, suelo tratar en las visitas grupales a Úbeda. La visita guiada recorre no solo rincones monumentales de la ciudad sino también callejones y espacios con mucha historia. A veces una historia oscura y triste, como es la de los niños expósitos, las casas cuna.

Las Casas Cuna, eran espacios de carácter benéfico para niños huérfanos. Los menores de seis años quedaban en ella hasta ser prohijados (adoptados). Si pasaban esa edad eran llevados al Real Hospicio de Jaén.

Siguiendo los trabajos realizados Ramón Molina Navarrete, Adela Tarifa o Juan Barranco… podemos afirmar que la casa cuna tuvo diferentes sedes, entre ellos, la Calle Ancha. En 1741, la cuna se encuentra en la calle Los Zambranos, parroquia de San Lorenzo. En 1748, la cofradía poseía además casas en la calle Nueva, en Santo Domingo y la calle Luna y Sol.

Hablare de dos de ellos, que pueden encontrarse con facilidad, ya que en sus fachadas se conservan los espacios que ocuparon los tornos.

En 1783, se encuentra la casa cuna en la calle Luna y Sol. Esta casa fue dejada a los niños expósitos por Isabel Ana Manso Salcedo, vecina de Úbeda. El edificio no era muy grande contaba con una sala de recepción, una oficina y un almacén. Servía para depositar a los niños hasta que un ama de cría los llevara a su casa para criarlo y cobrar un sueldo por parte de la cofradía.

En 1808, la institución pasa a la calle Matillas, 4. Solemos pasar por este callejón en la visita guiada a Úbeda, cuando nos desplazamos desde la Casa de los Padres de Francisco de los Cobos (secretario de Carlos I) hasta la Plaza Primero de Mayo (Plaza del Mercado). En su fachada podemos ver el hueco que dejo el antiguo torno.

Tendrá esta finalidad hasta el traslado de la institución al Hospital de Santiago en 1882. En ese momento sale a subasta y pasa a manos de don Salvador Sabater Arauco. Del contrato de compraventa podemos extraer que la casa formaba parte del Mayorazgo que fundó en Cabrilla (Cabra de Santo Cristo), en 1607 don Francisco Salido de Herrera y su mujer doña María Olid de la Obra y Zúñiga. Este matrimonio disponía de tierras cuyo usufructo iba destinado a pagar las dotes de las doncellas huérfanas, atender la cárcel y a los niños expósitos de Úbeda. Además de otras obras de caridad.

En el documento se pedía que el último heredero fundase con los bienes un convento de monjas franciscanas descalzas. No consiguiendo la última heredera doña Francisca Salido de Herrera y Viedma el permiso del rey. Decide fundar la conocida Obra Pía de Cabrilla, en la se dejaba como Patronos a los obispos de Jaén sus Patronos. Y la casa de la Calle Matillas, se la deja a la Cofradía de San José de niños Expósitos de Úbeda a la que siempre habían beneficiado.

Los trabajos antes citados, aportan datos de la falta de cuidados de los menores, de la cantidad de muertes que tuvieron lugar. La Cofradía cobraba el dinero pero no los atendía y aunque hubo gente que intento solventar la situación de estos indefensos nada se pudo hacer. También nos hablan de las imposiciones al adoptante de una niña era que los criaran en las fe de la doctrina cristiana y enseñarle las múltiples faenas caseras que por entonces requería conocer toda mujer. Otras obligaciones era mantenerlas, vestirlas, darle dote cuando se casasen y heredar como si fuese hija propia.

Una historia menos brillante que en otras ocasiones pero al fin y al cabo, historia!! En las visitas guiadas no solo hablo de arte, sino de personajes, de historia, de leyendas…todo nos lleva a una mayor comprensión de lo que fue Úbeda. No lo dudes llama y reserva tu visita guiada a Úbeda. Vive nuestra historia!! Vive nuestro patrimonio!!

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