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El Antiguo Seminario de San Felipe Neri de Baeza

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26 de agosto de 2020

Uno de los edificios a los que más atención le prestamos en el recorrido de Baeza, es el Antiguo Seminario de San Felipe Neri. Queda situado en la Plaza de Santa Maria, espacio declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2003.

El Seminario es un lugar donde se forman los futuros sacerdotes en Artes y Teología. Inicialmente esta formación se recibió en Baeza en el Antiguo Colegio Universitario de la Santísima Trinidad, pero tras el Concilio de Trento se decreta la elevación de este tipo de colegios o seminarios solo con este fin.

No será hasta el Siglo XVII, cuando se consiga su fundación, ya que se había intentado siendo Obispo Don Francisco Sarmiento de Mendoza y también con el Cardenal Moscoso y Sandoval. Pero quien finalmente lo funda será Obispo Fernando Andrade de Castro. Bajo la advocación de San Felipe Neri, puesto que lo llevaba la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri.

A lo largo de siglos posteriores el Seminario Conciliar de San Felipe se convirtió en el centro de formación religiosa más importante y esencial de la Diócesis. Tanto es así que tuvieron que hacerse varias ampliaciones. Anexionando incluso el Palacio de Jabalquinto. El centro comienza  su declive durante en el siglo XIX.  La institución fue suprimida en 1969, siendo utilizado como Colegio Menor durante los años setenta.

Fue cedido a la Junta de Andalucía en 1987, y restaurado en 1993. En él se instalaron las dependencias de la entonces Universidad Internacional Antonio Machado (dependiente de la de Granada) que en el año siguiente de 1994 pasaron a ser las de la sede Antonio Machado de la recién creada Universidad Internacional de Andalucía, la novena universidad pública de Andalucía. Actualmente siguen teniendo el mismo uso.

En cuanto al edificio base, se piensa que fue ejecutado por Eufrasio Lopez de Rojas. Es de planta rectangular, organizada en tres patios interiores. Podemos apreciar una fachada lineal, con varias ampliaciones, con dos pisos, de piedra labrada y formando un rectángulo. El edificio tiene dos puertas. La principal, presenta un arco de medio punto moldurado, con clave redonda y enmarcado con columnas toscanas  y entablamento, sobre él un frontón partido por un ventanal y a ambos lados, los escudos de los fundadores.  Y la de la Capilla, también tiene un arco de medio punto sobre este resalta el escudo del obispo. Encima de la cornisa una hornacina con la figura de San Felipe esculpida en piedra.

Quizá lo que más llama la atención de la fachada que da a la Plaza de Santa Maria, sean las letras rojas. Conocidas como VITORES, los alumnos las hacían para conmemorar algún hecho importante. Se hacían con sangre de toro hoja de acanto y óxido de hierro. Dependiendo de la crónica que leamos dice que tenían permiso para hacerlas o no. E incluso que no daban permiso a los de Úbeda para hacerlas. Hay un vítor del que ya he hablado en redes, concretamente el de Diego de los Cobos. Si quieres conocer esta historia y otras tantas, te espero en la visita a Baeza.

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