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Baños de la Encina y su Castillo.

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10 de noviembre de 2013

 

El territorio que hoy ocupa Baños de la Encina, ofrece restos de presencia humana ya desde época prehistórica, como lo evidencia el poblado de Peñalosa, con ricos yacimientos de época argárica o las pinturas rupestres de Cánforos de Peñarrubia. Su fortaleza sería conquistada en 1147 por Alfonso VII, recuperada poco después por los árabes y tomada definitivamente por la cristiandad en 1225. Tanto la Villa como el castillo fueron incorporados a la ciudad de Baeza, obteniendo su independencia en 1626.

Varios edificios interesan desde el punto de vista artístico e histórico al turista que la visite, y que hará que nos remontemos a un pasado medieval.

Su Iglesia de San Mateofue levantada en en siglo XV, bajo el mandato de Don Luis de Osorio. De planta de cruz latina, sigue trazas góticas con arcos apuntados y bóvedas de crucería en sus naves. En el siglo XVIII, consigue permiso para ser ampliada por el carmelita Pedro de San Joseph, realizando una cúpula con linterna, tras el arco toral. La Capilla Mayor queda elevada por unas gradas y presenta un presbiterio plano. Su altar queda presidido por una Retablo realizado por Francisco Palma Burgos y del que destacamos el Sagrario, en madera de ébano con incrustaciones en plata, marfil y carey. Se conservan piezas de valor en esta parroquia, entre las que destaca su custodia procesional, labrada por el gienense Miguel de Guzmán en el siglo XVIII.

Tres portada presenta este templo, la Puerta del Perdón, de factura gótica, la Puerta del Sol y la tercera, ambas de corte más clasicista. Su torre de planta octogonal y remate en su último cuerpo con modillones de cerámica tan propio de la zona y es que fue realizada en siglo XVI por los discípulos de Alonso de Barba, discípulo a su vez de Andrés de Vandelvira.

La Ermita del Cristo del Llano, de la que podemos destacar su soberbio Camarín, decorado con una bella bóveda gallonada, de círculo mixtilíneo sobre trompas y yeserías policromas, semejantes a los mocárabes. Se piensa que pudo ser ejecutado por Francisco Javier Pedrajas. Precede al camarín un Retablo histórico, en cuyo cuerpo central se abre un balcón desde el que se puede ver dicho camarín. Conserva el Retablo en su ático tres lienzos que representan la Santísima Trinidad, San Francisco y Santa Teresa de Jesús.

Pero realmente la huella medieval la veremos en su Fortaleza, construcción califal que servía para protección de la ruta entre Córdoba y Toledo. Fue levantado en calicanto en el año 968 y quedó dotado de quince torreones de planta cuadrangular, no mucho más elevados que la muralla. Su recinto helicoidal fue modificado con un nuevo antepecho en época almohade, hoy desaparecido. En su patio de armas un gran aljibe de dos naves, cubierto por bóveda de cañón. La Torre del Homenaje o Almena Gorda, fue reformada en el siglo XV, haciendo de ella un pequeño Alcazar, tras dotarlo de un muro interior con un torreón circular.

Baños es un pueblo en el que poder aunar turismo cultural, natural y gastronómico, no te lo pueder perder si vienes a la provincia de Jaén.

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