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La leyenda de Juan Caballo

Leyendas e historias

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15 de mayo de 2020

Los Juan Caballo son unos personajes mitológicos que tiene un protagonismo especial en la ciudad de Úbeda. En la capilla del Salvador podemos ver una escena de Hércules luchando contra un centauro. Así es como se le denominaba en la época antigua a este tipo de seres mitológicos en la ciudad de Úbeda. Los Juan Caballo.

Era una figura muy utilizada para atormentar o atemorizar a los niños. Se narraban historias en las que estos monstruos se llevaban a los niños que no eran buenos y se los comían. Con lo cual hay multitud de leyendas e historias que tienen como protagonista a este centauro.  Nosotros vamos a narrar una de las historias que menos se repiten y que tiene como protagonista al Juan caballo pero desde una óptica diferente.

Había una vez una familia pobre que vivía en Úbeda. La familia tenía lo justo para vivir y se constituía de los padres y varios hermanos. En concreto dos varones y una chica. Era una familia humilde y buena.

Un día estalló la guerra en todo el país y los varones de la familia fueron llamados a filas. Tanto la madre como la hija se quedaron tristes a la espera de la vuelta de sus seres queridos. Si ganarse la vida era difícil cuando estaban ellos, estando solos estaba basada en la supervivencia. Comían lo que les daba su pequeño huerto.

El tiempo avanzó sin la vuelta de los miembros de la familia. La madre falleció al año de la partida de su marido y sus hijos. Quedando sola la chica. Se sumió en una profunda tristeza y soledad. No salía de la casa y no hablaba con nadie. Nadie del pueblo quería tener nada que ver con ella. Una noche escuchó un ruido en el huerto. Se asomo y vio una extraña figura entre las plantas. A la luz dela luna consiguió atisbar la figura de un hombre enorme. Parecía que iba a lomos de un caballo. Como le estaban robando la poca comida que tenía, rápidamente salió a su encuentro y al acercarse descubrió que no era un hombre subido a caballo sino un Juan Caballo. Un centauro. Al verla huyó rápido. La chica lejos de asustarse, lo que hizo fue al acrecentar su curiosidad. Desde entonces todas las noches esperaba a que se repitiera la escena del Juan caballo en su huerto. Imaginó que debía estar tan hambriento como ella para adentrarse en la civilización para conseguir comida. Según las historias vivían en cuevas en la sierra y tenían cientos de años.

Pasado el tiempo, coma una noche volvió a encontrar al Juan Caballo en su huerto. Esta vez, en vez de salir corriendo hacia él, lo que hizo fue acercarse lentamente con las manos en alto para que viera que iba en son de paz. El Juan Caballo, no se asustó esa vez y se quedó mirándola fijamente. Al llegar a su altura, pronunció las siguientes palabras: «Hola, por favor, no te comas mi comida. No tengo nada más para vivir. Pero por favor no te vayas, no tengo con quien hablar y estoy sola.» El Juan Caballo no pronunció palabra alguna, se dió la media vuelta y se marchó dejando toda la comida que tenía en las manos en el suelo. La chica se quedó triste puesto que pensó que ni siquiera los monstruos hablaban con ella.

No tuvo que esperar mucho para volver a encontrarse con el Juan caballo. A la noche siguiente el Juan caballo en volvió a aparecer en su huerto con el llevaba comida y unas liebres punto has dejado en el suelo y la chica salió a su encuentro. Juan caballo tomo la palabra y le dijo: «Siento haberme llevado tu comida . No volverá a ocurrir. Adiós». La chica se lo le agradeció y dijo que por favor se quedara. Que necesitaba hablar con alguien. Sorprendido el Juan Caballo, asintió y se quedó gran parte de la noche hablando con la chica. Esta escena se repitió durante muchas noches a partir de entonces. El Juan Caballo traía comida y compañía a la chica. Fue el único amigo que tuvo en su vida. Y es que nunca sabes dónde puedes encontrar un amigo.

 

 

 

 

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