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La Historia de Ubeda

Historia de las ciudades

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14 de agosto de 2011

Úbeda, la hermana turística de Baeza, según estudios realizados en el Cerro del Alcazar por Francisco Nocete, arrojan que “es la cuidad más vieja de Europa”, ya que tiene algo más de seis mil años de antigüedad.

Por ella han pasado oretanos, visigodos, romanos, tardorromanos, iberos…Si bien son restos relevantes no tienen la importancia que aquellos que nos dejaron los árabes, en particular Abderramán II, quien la refunda con el nombre de Ubbada o Ubbadat Al-Arab (Úbeda «de los árabes»), con la intención de controlar desde aquí a los revueltos mozárabes de Baeza. Como ciudad musulmana, se rodeó de más murallas defensivas y se convirtió en una de las ciudades de mayor importancia de Al- Andalus, debido a su artesanía y comercio. Así llegó a convertirse en un rico e importante bastión que poseer.

La Edad Media hace de la cuidad un escenario de diferentes episodios bélicos por el control de la zona. Entre ellos Alfonso VIII tras las Batalla de las Navas de Tolosa. Siendo Fernando III el Santo quien consiga hacer de ella cuidad realenga y titular de arciprestazgo, en el año 1233. La toma de la cuidad se produjo mediante capitulación lo que evito una matanza y consiguió la coexistencia entre las diferentes etnias que vivían en ella (árabe, judía y cristiana).

Fue una ciudad con un  importante valor geoestratégico, ya que servía de zona fronteriza entre Castilla y Granada. Esto hace que los reyes castellanos le otorgaran diferentes fueros y privilegios, por eso llegara a ser una de las ciudades más importantes para la reconquista de Andalucía. Tras la conquista de Granada, la ciudad vive un auge económico gracias a la agricultura, la ganadería y la importancia de dos estamentos que conviven en ella.

Debido a la prosperidad comenzada en los siglos XIV y XV, Úbeda vivirá en el XVI un esplendor que hará que en ella se establezcan familias de alto abolengo pertenecientes a los dos estamentos privilegiados del momento, la nobleza, que tendrá altos cargos en la administración del Estado. Destacaremos a Ruy López Dávalos, condestable de Castilla con Enrique III o a Beltrán de la Cueva, valido de Enrique IV. Francisco de los Cobos, secretario de Carlos I. Gracias al cual el arte se asienta en Úbeda, de la mano de las corrientes humanistas del Primer Renacimiento. El otro estamento privilegiado será el  clero, por tener una de las mitras más ricas del país.

Más abajo, la burguesía, compuesta en su mayoría por muladíes con profesiones de prestigio como médicos, sastres, escribanos, boticarios y, naturalmente, un estimable número de mercaderes ricos. Tras estos un variado repertorio gremial, el ejército y la milicia. Por ultimo, el tercer estamento era un número basto de labriegos de las tierras de los nobles y pequeños campesinos.

Estos siglos de esplendor para Úbeda terminan debido a la crisis general que asola España. Por esto se ira apagando, tocando fondo en 1735. No siendo hasta finales del siglo XIX, cuando experimente una leve mejoría gracias a los avances técnicos  que llegaran con retraso a Úbeda.

El siglo XX, trajo consigo una ambiciosa idea de relanzar la ciudad a un nuevo Renacimiento, ya que se ponen en práctica numerosos proyectos de reformas y mejoras en la ciudad. En estos años, se extiende la educación y los servicios básicos. Estos avances se vieron frenados con la Guerra Civil y la posguerra, no se verá, una mejoría hasta los 70, por el desarrollo de la industria local. Lentamente, el municipio va a ir alcanzando el lugar actual como referente provincial, cabecera de la comarca y como un centro de industria y servicios comerciales a nivel regional. Sin mencionar que tras su nombramiento como ciudad Patrimonio de la Humanidad, junto a Baeza, ha supuesto en el turismo el nacimiento de un nuevo sector principal de la ciudad.

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