Porcuna ha tenido una gran relevancia histórica desde el punto de vista político, y especialmente, militar. Todas las grandes civilizaciones se han asentado en su territorio. De ahí que tengamos yacimientos arqueológicos de gran trascendencia, destacando por encima de los demás los pertenecientes a la cultura ibérica, y en concreto el conjunto de Cerrillo Blanco, cuyas esculturas se exponen de manera permanente en el Museo Provincial de Jaén.
En este artículo trataremos de acercaros sus principales monumentos:
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
El primitivo templo fue trazado por Juan de Baeza, en la primera mitad del Siglo XVI y fue totalmente remodelado debido a su mal estado a finales de ese mismo siglo, por Benito del Castillo y Sebastián de Suárez. Siendo Juan del Castillo quien concluiría las obras, tras un pleito con la Orden de Calatrava. El templo, quedó totalmente arruinado como consecuencia del terremoto de 1775.
La sacristía es el único elemento conservado del antiguo complejo eclesiástico. De planta rectangular, y siguiendo modelos del Renacimiento, por sus arcos de medio punto, sus frontones triangulares y pilastras adosadas de tipo toscano. Que evoluciona hasta modelos manieristas y barrocos. Originariamente hubo de estar cubierta con una techumbre de madera posteriormente enlucida.
La construcción actual fue realizada a finales del siglo XIX y principios del XX por Justino Flórez Llamas. Con tres puertas de acceso y planta de cruz latina con tres naves cubiertas por bóvedas de arista cuyas nervaduras descansan en los extremos superiores de los pilares. Destaca este templo por sus pinturas murales realizadas por Julio Romero de Torres, suyas son la Sagrada Familia, la Santa Cena y la Asunción de la Virgen.
Iglesía y Camarín de Nuestro Padre Jesús.
Dedicado a San Sebastián, co-patrón de Porcuna, iglesia de planta de cruz latina con un interior muy reformado en el Siglo XVIII. En la Capilla Mayor se conserva un retablo barroco tras del cual se abre el camarín, cubierto con una bóveda semiesférica de rica decoración de yeserías y bello florón central.
Convento de San Benito.
La ermita y el convento de San Benito es uno de los vestigios que se conserva del paso de la Encomienda de la Orden de Calatrava por Jaén. Se encuentra muy reestructurado, pero supone un claro exponente de arquitectura bajomedieval, como se atisba en su sacristía, presentando puertas de tipo gótico- mudéjar.
Antiguo Pósito, actual Ayuntamiento.
Es uno de los edificios más destacados de la provincia usados como almacén de grano. Construido en estílo neoclásico a finales del Siglo XVIII, siendo muy reformado tras la Guerra Civil. De planta basilical, con tres naves separadas por arcos de medio punto, apoyados sobre pilares, su nave central es más alta que las laterales. Fachada con vano rectangular con pilastras de orden toscano, rematada por frontón partido por la inscripción de fundación del edificio.
Torre de Boabdil.
Elemento defensivo realizado por petición de la Orden Calatrava en el Siglo XV, tal y como reza en una cartela conservada en la fachada. Según cuenta la tradición el rey Boabdil, estuvo aquí preso. Con planta octogonal y más de 28 metros de altura. En su interior presenta bóvedas de nervios góticas que se reúnen en una clave decorada con la cruz de Calatrava.
